Hacer tu propio suavizante en casa para lavar la ropa puede convertirse para ti en el descubrimiento del año. Palabra. Quizás nunca te lo habías planteado o tenías la curiosidad pero no te habías parado a investigar cómo elaborarlo y usarlo. NOTICIÓN: es infinitamente más fácil de lo que crees y puedes ponerte manos a la obra hoy mismo con productos que seguro ya tienes en casa.
En CLARA nos encanta poner en marcha diferentes trucos para ahorrar al máximo en los gastos de nuestro hogar pero es que, además, elaborar suavizante casero tiene otras ventajas que van más allá de la economía familiar –que ni tan mal–, también es mucho más respetuoso con el planeta, produce menos alergias en la piel y puede incluso alargar la vida de nuestra lavadora porque deja mucho menos residuo.
La técnica es bien sencilla con lo que no te supondrá ningún drama y puede ser una actividad distinta e incluso relajante (aunque apenas se hace en unos minutos). No sabemos si os pasará a vosotras pero por aquí somos un tanto fanáticas de los tactos suaves y los olores agradables y hacer nuestro propio suavizante nos ha cambiado un poquito (bastante) la vida. Y encima somos mujeres más comprometidas con la economía familiar y con el medio ambiente, ya que es mucho más saludable.
Si eres de las que 'mete la nariz' en todos los botes de suavizante del supermercado porque ya te has cansado de los mismos olores de siempre y quieres que tus sábanas, toallas y ropa tenga un aroma muy natural, estás en el lugar adecuado. Te explicamos (paso a paso) cómo elaborarlo de la manera más sencilla.
PASO A PASO PARA HACER SUAVIZANTE CASERO
Solo dos puntos importantes: esta receta puede aclarar la ropa así que para la ropa blanca tipo toallas o de cama ¡es genial! y no te olvides que el suavizante se usa en pequeña cantidad. No uses cantidades industriales de suavizante: tu ropa no quedará más suave ni olerá mejor y encima la dañarás MUCHO. ¿Os acordáis de estos otros errores que dañan tu ropa?
- Ingredientes
Para nuestro suavizante utilizaremos bicarbonato de sodio, agua, vinagre blanco o de sidra de manzana y aceite esencial de nuestro olor favorito (sí, de los mismos que pones en el humidificador para que tu casa huela de maravilla).
- Elaboración
Ponemos el agua caliente en un recipiente (un cacito pequeño, por ejemplo) y le ponemos el bicarbonato y el vinagre. Utiliza unos 150-200 ml de agua y una taza de vinagre. Luego añade unos 10 g de bicarbonato y mezcla hasta que tenga un efecto de pastilla efervescente y quede bien diluido (sin burbujas). Luego, sin más, añade unas 20 gotas de tu aceite esencial favorito (lavanda, cítrico, dulce…).
- Uso
Tiene poco misterio, ponlo donde el suavizante habitual en tu lavadora. Si te sobra, resérvalo sin problema en un lugar fresco y seco en una botella y agita la mezcla antes de cada nuevo uso. ¡Y listo!