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Cómo seguir una dieta detox cuidando la salud

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Anonim

El cuerpo tiene mecanismos de limpieza para deshacerse a diario de toxinas y otros desechos metabólicos, pero es cierto que a veces, por haber hecho excesos con la comida o con la bebida, por dormir poco, por pasar una época de mucho estrés o por tomar medicación, por ejemplo, el organismo puede necesitar una ayuda extra para depurarse. En estos casos sí recomiendo seguir una dieta detox que, bien diseñada, puede ayudar y mucho a superar problemas como aumento de peso, retención de líquidos, hinchazón, cansancio, dolor de cabeza, mala digestión, insomnio, cambios de humor, problemas cutáneos, etc.

¿Cuáles son los errores más frecuentes al plantear un plan detox?

Como médico, nunca recomendaré seguir dietas milagro con un solo alimento o a base de zumos o batidos detox, siropes con agua, etc., todo el día y unos cuantos días. Estas prácticas solo consiguen eliminar agua, pero no facilitan el trabajo del hígado y someten a un estrés importante a todas las células del cuerpo, con lo que las estamos forzando a envejecer más deprisa. ¿Con esto estoy diciendo que no tomes zumos o batidos detox? ¡No! Pero que no los tomes como alimento único durante días, sino como desayuno o a media mañana o como merienda, dentro de un plan detox más amplio.

¿Qué hay que evitar?

Al hacer este tipo de dietas, se pierde grasa y con ello se liberan estas sustancias de forma descontrolada. Aunque se tenga la sensación de que se necesita una buena depuración, esta nunca debe ser muy fuerte de entrada, ya que se pueden liberar demasiadas toxinas a la vez y aparecer fuertes dolores de cabeza y fatiga. Es mejor empezar poco a poco.

¿Cuál es la mejor forma de limpiar el organismo?

Hay que comenzar siguiendo una dieta casi vegetariana, máximo una semana, en la que hay que consumir muchas verduras y frutas de temporada. Los menús deben ser muy ligeros y dividirse en varias tomas. El desayuno y la merienda, a base de fruta y yogur natural. Y las comidas y cenas, que incluyan primeros platos a base de verduras en forma de sopas o purés, con poca sal y aceite de oliva prensado en frío. De segundo, pescados ligeros al vapor o al horno. Antes de las comidas, es aconsejable tomar infusiones que activen el funcionamiento del hígado, como el boldo o la mielenrama. Y después de las comidas, té verde o manzanilla con anís.

Hay que tomar alimentos que faciliten el trabajo del hígado, como los de la familia de la col (coliflor, brócoli), cebolla, ajo, alcachofa, rábano negro, cardo mariano, berros, legumbres, frutos secos crudos y algas. Y hay que evitar los productos elaborados industrialmente, la carne roja, el café y el alcohol.

¿Las plantas pueden ayudar?

El hígado es el órgano depurador por excelencia y para ayudarle a realizar su trabajo tenemos plantas que estimulan las funciones hepáticas y favorecen la eliminación de toxinas. El cardo mariano contiene una sustancia, la silimarina, que tiene propiedades antioxidantes (diez veces más potente que la vitamina E), desintoxicantes y regenerantes de la célula hepática. La alcachofa regula las funciones hepáticas, sobre todo la formación de bilis y las funciones desintoxicantes. Además de tomar su extracto, puedes beneficiarte de sus propiedades comiéndola con regularidad.